17 Septiembre 2014
Volvimos el pasado domingo de nuestro viaje a Sri Lanka y todavía no podemos creer que ya se haya acabado! Han sido dos semanas inolvidables en un país que te conquista completamente. Su gente, sus paisajes, su historia, sus costumbres... todo ha sido nuevo y diferente para nosotros, y volver a la realidad cuesta mucho.
En Sri Lanka, hemos visitado ruinas de templos de hace miles de años en Annuradhapura y Polonnoruwa; nos hemos quedado boqueabiertos con las Cuevas de Dambulla; hemos avistado delfines y ballena(s) en Nilaveli; hemos nadado entre tortugas, morenas y tiburones en Pigeon Island; hemos visto más de 60 elefantes en el safari de Minneriya National Park; hemos subido las 1500 escaleras al la cima del Sigiriya y como nos parecieron pocas, subimos tambien al Pidurangala la misma mañana; hemos vivido el Poya Day en el "Templo del Diente" de Kandy; hemos visto bailes tradicionales mientras caía una tromba de agua monzonica; hemos montado en elefante; hemos recorrido en tren las plantaciones de té de Nuwara Elija; hemos disfrutado de las playas paradisíacas de Nilaveli, Matara y Mirissa; hemos andado sobre la fortaleza de Galle, y nos hemos desesperado con el ruido y el desorden de la ciudad de Colombo.
Tambien hemos aprendido a regatear, a quitarle miedo a usar el transporte público, a cruzar esas carreteras llenas de coches sin temer por nuestras vidas, que no se puede pedir bebidas alcoholicas en Poya Day, a que una papaya puede costarte unos días de indigestión...
Nos hemos acostumbrado a las miradas curiosas de los locales que te analizan de arriba a abajo, a no usar agua de grifo, a darnos antimosquitos a todas horas, a que las opciones más comunes en restaurantes sean "arroz con curry" y "noodles", a que los autobuseros conduzcan como locos y adelanten sin visibilidad, a ver monos y vacas por todas partes, a que nos digan "local price" cuando claramente estaban inflando el precio, a las miles de escaleras que hay que subir para ver (basicamente) TODO.
Y hemos echado de menos la fruta, las bebidas con hielo y el aire acondicionado en algunos lugares... Pero ha sido una experiencia enriquecedora para los cuatro.
Tambien hemos aprendido a regatear, a quitarle miedo a usar el transporte público, a cruzar esas carreteras llenas de coches sin temer por nuestras vidas, que no se puede pedir bebidas alcoholicas en Poya Day, a que una papaya puede costarte unos días de indigestión...
Nos hemos acostumbrado a las miradas curiosas de los locales que te analizan de arriba a abajo, a no usar agua de grifo, a darnos antimosquitos a todas horas, a que las opciones más comunes en restaurantes sean "arroz con curry" y "noodles", a que los autobuseros conduzcan como locos y adelanten sin visibilidad, a ver monos y vacas por todas partes, a que nos digan "local price" cuando claramente estaban inflando el precio, a las miles de escaleras que hay que subir para ver (basicamente) TODO.
Y hemos echado de menos la fruta, las bebidas con hielo y el aire acondicionado en algunos lugares... Pero ha sido una experiencia enriquecedora para los cuatro.
La intención de este blog es contaros nuestro viaje, con sus anecdotas, historias, trucos, sugerencias y demás. Y con suerte, algo que os contamos hará que vuestro viaje sea aún mejor!
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